- A un año de su muerte, se le otorgó el reconocimiento por sus méritos en el desarrollo de actividades pastorales y sociales, durante toda su trayectoria, en beneficio de la comuna de Rengo.
Cerca de cuatrocientas fueron las personas, que este domingo 11 de junio llenaron la iglesia pentecostal Betel de Rengo, con el propósito de participar en un culto dedicado a la memoria del pastor presbítero Zacarías Saavedra, un año de su muerte. En la oportunidad alcalde de la comuna, Carlos Soto, le confirió el título de Hijo Ilustre. Asimismo hizo público que requerirá al concejo municipal, que una calle lleve el nombre del predicador.
Por cerca de tres horas se extendió el culto que contó con la presencia del diputado por el ex Distrito 32, Juan Luis Castro (PS), concejales y otras autoridades locales. En medio de la actividad religiosa, el alcalde Soto, entregó a los familiares la medalla de oro Villa Deseada, así también, el decreto edilicio que eleva al pastor pentecostal a la categoría de Hijo Ilustre de Rengo.
Soto señaló que “nos estamos poniendo al día entregando esta medalla póstuma, yo sé que va a estar en el corazón de la familia y en el de toda esta hermosa comunidad. Sé que represento a todos los concejales y al sentir de toda la comunidad rengüina, que hizo suyo al pastor Zacarías”. Seguidamente el edil se comprometió “a que en el próximo concejo municipal, voy a llevar la solicitud para que la calle Av. Coronel Marzán se llame Av. Pastor Zacarías Saavedra”.
Por su parte el diputado por el ex Distrito 32, Juan Luis Castro, destacó el gran aporte espiritual y social de Saavedra en la comunidad local, detallando que “el pastor Zacarías fue un gran líder rengüino y la ciudad merecer llevar su nombre en la actual calle Marzán, donde está el templo evangélico”.
Luego de recibir el reconocimiento y evidentemente emocionada, Gloria Bravo, viuda de Saavedra, agradeció la asistencia y explicó que “la verdad es que yo todavía no asimilo la partida de mi esposo, porque lo veo a él, lo veo en todo. Mi vida ahora es la Iglesia. Sé que el Señor va a ser misericordiosos y nos va a ayudar”.
Mientras dirigía el culto, Josué Saavedra, hijo y sucesor del pastor, confesó que “no hay día que no recuerde a mi padre, que no piense en él, siempre hay algo que me lo recuerda. No hay martes, no hay jueves, no hay domingo en el que tenga que predicar que no lo recuerde. Siempre está en nuestra mente, siempre está en nuestro corazón. Para nosotros no ha muerto porque siempre lo recordamos”.
Zacarías Saavedra ingresó al mundo evangélico a los dieciséis años de edad y fue pastor de la comunidad del templo Betel, durante los últimos 49 años.
En 1965 se casó con Gladis Bravo González y se convirtió en padre de: Gabriel, Ruth y Josué, este último continúa su legado.