El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz condenó a Bernardo Enrique Ferenus Barahona a la pena efectiva de 18 años de presidio, en calidad de autor del delito de robo con violación. Ilícito perpetrado en octubre de 2016, en el centro de la ciudad.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Carlos Pérez Díaz (presidente), Alex Espinoza Salinas y Rodrigo Gómez Marambio (redactor)– aplicó, además, a Ferenus Barahona las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargo y oficio público durante el tiempo de la condena; además de la interdicción del derecho a ejercer la guarda, ser oído como pariente en los casos que la ley designa y a la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal; y la inhabilitación absoluta temporal, por 7 años, para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con menores de edad; más del pago de las costas.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El fallo dio por establecido, más allá de toda duda razonable, que cerca de las 20.30 horas del 9 de octubre de 2016, la víctima, de 17 años de edad, “luego de haber estado con su pololo quien la dejó en la esquina de calle Las Toscas con Avenida Errázuriz de la comuna de Santa Cruz, frente al casino, continuó caminando por calle Capellanía, colocando el audífono de su celular en uno de sus oídos, mientras veía su teléfono marca Samsung color blanco, avanzando unos metros, siendo abordada por el acusado Bernardo Enrique Ferenus Barahona, sujeto desconocido para la víctima, quien le colocó un elemento punzante tipo cuchillo a la altura del cuello, tomándola del brazo para que no se arrancara, diciéndole que se quedara callada, colocando ahora el elemento punzante con el que la intimidaba a la altura de las costillas, pidiéndole que desbloqueara el celular, sustrayéndoselo junto a los audífonos”.
Posteriormente, la condujo hasta una plaza cercana al hotel Gamero, en el lugar la registró en busca de más especies. Bajo intimidación, la llevó de vuelta por calle Las Toscas hasta llegar hasta un sitio eriazo, donde concretó el delito de violación.