El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a José Meza Saire a la pena de 5 años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual lapso, en calidad de autor del delito consumado de abuso sexual reiterado de menor de 14 años. Ilícito perpetrado en la comuna de Rengo, entre 2008 y 2011.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Óscar Castro Allendes (presidente), Roberto Cociña Gallardo y Carolina Garrido Acevedo (redactora)– aplicó, además, a Meza Saire a la accesoria legal de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, mientras dure la condena; a la interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oído como pariente en los casos que la ley designa; a la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal; a la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad, y la prohibición de acercarse a la víctima, visitar su domicilio, lugar de trabajo o establecimiento educacional; más el pago de las costas del juicio.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que: “Durante todo el año 2008 y hasta el mes de noviembre de 2011 en circunstancias que la menor (…) nacida el 07 de noviembre de 2001, vivía junto a su madre en el domicilio ubicado en la Villa Los Conquistadores (…) de Rengo, el cual además compartía con el acusado José Meza Saire, conviviente de la madre de la víctima, éste aprovechando los momentos en que su pareja se encontraba trabajando, y estando solos junto a la niña en el interior de la casa, en reiteradas oportunidades realizó acciones de significación sexual y de relevancia consistentes en tocar a la menor en diferentes partes de su cuerpo”.
En cada ocasión, además, la amenazaba “señalándole que si le contaba a alguien de lo sucedido le iba a causar daño a su familia y a ella la iban a internar. Hechos como este se repitieron en forma reiterada durante todo el año 2008 y hasta el mes de noviembre de 2011”.
Decisión acordada con la prevención del magistrado Óscar Castro, quien estimó que en la especie se configura el delito de abuso sexual, pero en carácter de continuado.