Históricamente la economía con el populismo han estado estrechamente relacionados con consecuencias nefastas. Casos como el de Argentina que provocó una tremenda crisis social-económica en el año 2002, el gobierno de Alan García que llevó a grandes problemas económicos a Perú y recientemente lo visto con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela son claros ejemplos de como la demagogia puede causar estragos en la estabilidad económica de los países. Por suerte en los últimos 30 años Chile ha estado exento de estas prácticas, lo cual ha generado una política fiscal responsable, un crecimiento macroeconómico prolongado e instituciones fuertes que ponen las reglas claras en la cancha. De cara a las elecciones presidenciales Durante este año hemos visto como los distintos candidatos presidenciales han mostrado sus lineamientos de lo que serían sus próximos gobiernos en temáticas sociales, económicas y políticas, en donde los más mesurados proponen seguir sendas pro-crecimiento y promercado. Sin embargo, la candidata a la Presidencia por el Frente Amplio, Beatriz Sánchez, se aleja de este discurso proponiendo medidas extremas que no continúan con el camino que se ha llevado en los últimos años. Particularmente, llaman la atención sus dichos emitidos en Tolerancia Cero el día domingo 29 de octubre en donde propone generar una alianza entre los distintos países productores del cobre a nivel mundial para ponerse de acuerdo y fijar cuotas de producción con el objetivo de estabilizar su precio imponiendo uno sobre el de mercado. Cualquier estudiante de economía conoce los efectos nocivos de cómo el acuerdo de precios genera ineficiencias al otorgarle un poder de mercado injustificado a los productores perjudicando así el bienestar social a través de precios oligopólicos. Nuestro país no ha estado ajeno a estos tipos de acuerdos en los últimos años donde distintas empresas hicieron uso de sus poderes de mercado para obtener un beneficio propio en desmedro del bienestar social como por ejemplo el “caso pollos” o más recientemente el “caso confort”. Es innegable el hecho que nuestra economía depende en gran medida de los recursos naturales, particularmente del precio del cobre y su volatilidad, pero la solución va en otras direcciones tales como hacer políticas contra-cíclicas o reducir gastos fiscales, siendo responsables con las reformas propuestas. Evolución del precio del cobre Viendo el detalle, observamos que el precio del cobre hasta el año 2016 estuvo a la baja. Sin embargo, en el 2017 comenzó a aumentar llegando actualmente a 3,12 USD/lb. 1 Las causas de este fenómeno se basan en distintos puntos. Lo primero es el hecho que la economía de China ha estado bastante fuerte durante el presente año y el crecimiento de su PIB fue mayor al 6,5% esperado, llegando a un 6,9% durante los dos primeros trimestres del año.2 El segundo elemento importante para analizar es la baja del dólar frente a la otras monedas transadas en el mercado internacional como el yen, el yuan, el euro, etc.3 Por otro lado, también está la influencia de las expectativas y en ese sentido el precio del cobre se ve modificado en razón del aumento de la producción de los vehículos eléctricos en reemplazo de los convencionales, donde los primeros consumen tres veces más de cobre que los segundos. Además, es clave analizar la caída y estancamiento de la curva de oferta de producción de cobre en Chile debido a los pocos descubrimientos de yacimientos de cobre en el mundo durante el último tiempo y a la paralización de los proyectos de inversión de las distintas compañías mineras debido principalmente a dificultades financieras.4 Con esto, la respuesta del mercado es totalmente esperable considerando el rol fundamental que tenemos en el comercio mundial de cobre al ubicarse cerca de un tercio de las reservas mundiales de este metal en nuestro territorio.5 1 Gráficos 1, 2 y 3 2 Gráfico 4 3 Gráfico 5 4 Gráficos 6, 7 y 8 5 Gráfico 9 Podría también mencionarse la tensión entre USA y Corea del Norte, pero es difícil observar el real efecto debido a que esto incide tanto positiva como negativamente. Positivamente en el sentido que normalmente cuando hay conflictos bélicos hay una demanda mayor por cobre debido al uso de armamento y negativamente debido a que este conflicto genera problemas de incertidumbre respecto al funcionamiento y desarrollo de la industria. ¿Cómo afecta el alza en el precio del cobre a la economía chilena? A medida que este incremento se vaya percibiendo como permanente y al incrementar las perspectivas de retorno de capital local se incentivará la inversión y la entrada de flujos. Por otra parte, la entrada de capitales estimula el crédito. Por último, se promueve el crecimiento de las exportaciones reales. Sumando todo esto, los efectos sobre el crecimiento son bastante significativos. Pero si bien el aumento del precio del cobre tiene efectos positivos en los ingresos fiscales, éstos son mucho mayores en el caso de la minería privada. Claro caso es Codelco, empresa que hace 25 años tenía aproximadamente el 75% de la producción de la gran minería chilena y hoy solo produce un poco más del 30%. El fallo de otro cartel: La OPEP La idea de la colusión entre países fijando cuotas de producción no es nueva. En 1960 fue fundada la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cual controla aproximadamente el 43% de la producción de petróleo a nivel mundial. La lógica del funcionamiento de esta Organización es que si se posee una proporción importante de la oferta de un producto y se puede controlar su producción, entonces también se puede controlar el precio de ese producto para la ventaja del cartel. A pesar de que suena como una buena medida, es difícil mantener una disciplina entre los miembros para atenerse a los acuerdos ya que éstos poseen una tendencia natural a desviarse, lo que en última instancia resulta en el fracaso para mantener el precio del producto al nivel esperado. Si bien la acción de la OPEP ha condicionado el curso de ciertos acontecimientos económicos, ha fallado en muchos sentidos y su funcionamiento no ha sido del todo eficiente ni para la economía ni para bienestar de la población. Un futuro con buenas expectativas Afortunadamente para nuestro país se prevén cifras positivas respecto al precio del cobre. La Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO) elevó a US$2,64 el precio promedio de la libra de cobre para este año, valor superior al US$2,60 la libra que la Institución proyectó en su anterior informe, y a US$2,68 la libra para 2018, superior también al US$2,60 estimado en marzo. Esto nos permite al menos permanecer tranquilos respecto a la estabilidad macroeconómica de nuestro país con una mayor inversión y mayores ingresos fiscales. Esto siempre y cuando no se efectúen medidas irresponsables como la propuesta por la periodista.