La depresión es una enfermedad silenciosa que va invadiendo a quien la tenga, llegando en los casos más extremos a que dicha persona tome la decisión de quitarse la vida. En los niños es aún más complejo ya que ellos no tienen ni el conocimiento ni las herramientas que les permita encontrar una solución. Para saber cómo afecta esta patología a los menores de edad, reconocer los síntomas y entregar una orientación a los padres o cuidadores hablamos con Lorena Urra, sicóloga clínica del Centro de Salud Comunitario de Salud Mental perteneciente al Hospital de Santa Cruz.
Lo primero es saber que es la depresión, la profesional la define como “un trastorno de los afectos que efectivamente genera alteraciones a nivel de aumento de irritabilidad, ánimo bajo, ansiedad, aislamiento social, inhibición en ciertos aspectos, desgano ante cosas que antes me llamaban la atención y que ahora ya no me interesan, cambios del humor brusco, alteraciones del apetito o del sueño y que evidentemente estos síntomas estén presentes en una persona con una duración de tiempo de más de dos semanas de manera perseverante en esta persona”.
“De acuerdo a los criterios estipulados por el Ministerio de Salud, deben presentarse de tres a cinco de estos criterios como mínimo para considerarlo como una depresión, entendiendo que además tiene niveles: leve, moderada, grave y con síntomas de suicidalidad. También tenemos la depresión bipolar”, especifica la experta.
Al ser consultada respecto si la depresión puede darse en los niños la funcionaria explica que “efectivamente los niños también pueden ser factibles de vivir trastornos del ánimo, ellos también, al igual que cualquier adulto, pueden manifestar cuadros depresivos, en este caso infantiles que están mayoritariamente marcados, a diferencia de los adultos, por cambios en la conducta de un niño. Comienzan a ser más retraídos, a tener trastornos en el área del aprendizaje, presentan un rechazo a ciertas situaciones, tiene mayor irritabilidad lo que se interpreta como pataletas, entre otros”.
Respecto de si hay alguna edad de inicio de esta patología Lorena aclara que “hoy día se considera como patología GES en el cuadro depresivo en mayores de quince años, pero también es observable cuadros depresivos en menores de diez años”.
Para saber qué recomendaciones deben seguir los padres o cuidadores para detectar una posible depresión, la sicóloga indica que “si como padre yo observo que mi hijo sostenidamente, por un período de más de quince o veinte días, tiene cambios bruscos de ánimo y veo que él se aísla, que pierde motivación, por ejemplo si a él le encantaba hacer deporte y ahora ya no quiere; si comienza a rechazar la comida o comienza a comer más de la cuenta, si está retraído, se irrita con facilidad, que de pronto cambia de la alegría al llanto, son indicadores que deberían ser vistos en su centro de atención primaria más cercano ya que ellos cuentan con un equipo preparado para ver si esto corresponde a una depresión o hay otro tipo de complicaciones que también pueden generar trastornos del humor”.
Cabe destacar que el Centro Comunitario de Salud Mental de Santa Cruz tiene distintas estrategias para tratar esta patología. “Nosotros contamos con el área de psiquiatría infanto-juvenil, en este instante tenemos un equipo que trabaja para atender casos de especialidad específicamente para niños y adolescentes, donde tenemos trabajo no solamente de atención hacia los usuarios o a los niños, sino que también trabajo en familia, psicoeducación respecto a las problemáticas, trabajo en talleres grupales, que en el fondo complementan el tratamiento de cualquier paciente en el área de salud mental”, enfatiza la funcionaria.
Asimismo, Lorena nos detalla cómo se puede acceder a estas prestaciones. “Nosotros al ser un servicio de especialidad, todos los usuarios son derivados desde atención primaria. Ellos son atendidos en sus centros y estos equipos, con toda la expertise que ellos tienen, si consideran que el caso debe ser absorbido por un nivel de mayor complejidad, son derivados vía interconsulta a nuestro centro de salud mental del Hospital de Santa Cruz”.