IMG-0232

Escribir de la historia de Rengo, es hablar del Convento de Mendoza. Se encuentra al norte a las orillas del Río Claro, el Convento y Capilla de Mendoza con su Torreón, que tiene sus antecedentes históricos ya en el siglo XVII-VXIII, en que existía de Cordillera a Mar la famosa “Hacienda de Apaltas”, perteneciente al Conde Apaltos, pero hacia año 1750 estas tierras pasan a ser dominio de don Gaspar Ahumada y Mendoza, que fue Comisario General de la Región quién el 29 de Enero de 1770, obtiene permiso de parte del Obispo de Santiago para erigir una “Capilla Pública” con una sacristía separada de las viviendas domésticas. De este modo se comenzó la construcción de la Casa y de la Capilla que se conservan aún. Los viejos caserones de adobón, gruesas vigas y pilares, tejidos de coligues y cubierta de teja cocida, han soportado por siglos los terremotos y las inundaciones. La casa cuenta además, con “Torreón”, que por su construcción de amplias murallas y su ubicación en la ribera de la que se llamó Estero Larrea (Hoy Río Claro) coinciden con otras construcciones del lugar. En 1791, se aloja el célebre Arquitecto Romano Don Joaquín Toesca, según consta que fue 02 de Diciembre de 1792, aquí mismo las casas reciben al Presidente del Reino Don Ambrosio O”Higgins, según consta documentación de aquellos tiempos el 09 de Febrero de 1795. Otros personajes importantes visitaron este bello lugar de Mendoza, el botánico don Luis Nee, miembro de la expedición científica de Alejandro Malaspina según lo indica el diario el 1°de Abril de 1797, allí se hospeda Don Tomas O”Higgins, sobrino del Virrey de regreso de su importante visita al Sur de Reino.

MUNDO PACIFICO

Durante la Independencia, las casas alojan a frecuentemente a los Hermanos Carrera, dado que eran parientes por línea de los propietarios, allí sube al Torreón Don Bernardo O”Higgins para observar los movimientos del Ejercito Real. (1814).

La capilla actual reemplaza a otra que subsistió hasta principios de 1770, cuando Gaspar de Ahumada i Mendoza la reedifica. Posteriormente vendida la hacienda en 1773 al eficiente agricultor don Manuel Fernández de Valdivieso, fue el encargado de concluirla, y con su mujer, Dolores Vargas, los gestores de las gracias espirituales concedidas a la iglesia en 1788, por el Papa Pío VI, que contemplan, entre otras, que las misas celebradas en el templo “sufraguen” como dichas en altar privilegiado”. Sus nietas Sor Carmen Valdivieso y María Mercedes cedieron su parte de la estancia que incluyen, casas, patios e iglesia al arzobispo de Santiago, quién la entregó a su vez, en 1892, a la primera congregación de Padres Asuncionistas de Rengo. Así este Convento de Mendoza estuvo por muchos años el Seminario de los Padres Asuncionistas, famosos por la formación de muchos sacerdotes aún vigentes en muchas comunidades especialmente en Lourdes y a su vez por su evangelización dominical y muy en especial por las célebres MISIONES allí desarrolladas anualmente. Lamentablemente los Padres Asuncionistas cerraron el Seminario en el año 1967, por razones de índole mayor.

En Marzo de 1983, un grupo de sacerdotes Asuncionistas, se despidieron del recinto en forma simbólica.

Este lugar gracias a Dios ha dado paso a la presencia de las hermanas Benedictinas, aquí y que en forma breve podemos resumir así. Gracias a las gestiones del Obispo de nuestra Diócesis Alejandro Durán Moreira y del Abad Eduardo Lagos Arraño de los Monjes Benedictinos de las Condes, la Abalía de San Pelayo, accedió a fundar en Chile, este Monasterio siendo el primero que se instala en Hispanoamérica  y para lo cual la congregación tuvo que construir y remodelar gran parte del entorno tanto interior como exterior ante de la instalación de las hermanas como se visualiza hoy.

El 08 de Abril se instalan las primeras siete monjas en el Monasterio de las Benedictinas llamado, “Monasterio de Asunción de Santa María” llegadas de San Pelayo de Oviedo España en el año 1983. La bienvenida fue con una ceremonia brillante, 73 sacerdotes encabezados por el Obispo Alejandro Durán la presidieron, llena emotividad, espiritualidad por el gran Coro de Monjes Benedictinos que entonaron himnos que nos transportaron hacia lo eterno y sagrado. (Todo ello publicado diario El Mercurio 9 de Abril 1983). El R.P. Juan Donoso Zavala, a la sazón Cura Párroco de Rengo expresó que: “la llegada de monjas significa una fuente de vida espiritual, más profunda y comprometida con Dios”. Asistierona esta ceremonia también, la Madre Abadesa de Oviedo San Pelayo, Amparo Moro Suárez, el Nuncio de su Santidad, Monseñor Ángelo Sodano, el embajador de España, Víctor Nicoletti M. Alcalde de Rengo, entre otras autoridades religiosas, civiles, militares, y público en general. El tiempo ha pasado rápido y su acción benefactora ha sido notable, obras de bien que muchos conocemos y Dios.

(Fuente de la Historia: Libro Historia e Imágenes de Rengo, Texto, Soledad Villagrán Varela, Padre Gabriel Guarda Monje Benedictino, arquitecto y Premio Nacional de Historia 1984.).

Fernando Zapata Abarca

Encargado de Proyecto Museo Histórico Municipal de Rengo.

Rengo, 11 de Enero 2019.

Dejar respuesta