Estimados y estimadas, he escrito sobre diversos tópicos, con una mirada Política de Izquierda, esa Izquierda que no consume marihuana, ni se dedica a tomar por los callejones de Rengo, he provocado a muchos para que puedan escribir y refutar mis argumentos con otros de mayor peso…..que decepción nadie ha dicho nada sobre mis escritos …..Solo son capaces de garabatear en el Facebook con un anonimato absurdo. Esperaba que los Profesores de Historia criticaran mis artículos, pero nada, es tan grande la cobardía o la ignorancia…..no sé cuál de las dos es la más débil o la más fuerte.
Vamos entonces a mirar la Historia, esa Historia que está prohibida por el neoliberalismo a ser enseñada, por ejemplo en los Liceos de Rengo, donde los Profesores de Historia se limitan a repetir lo que otros han hecho y no están enseñando la verdadera historia, esa que enseña lo aguerrido que han sido nuestros antepasados para construir un Patria una Nación. Y más aún ahora donde el Imperio ha dado la orden de apresar a Carlos Cardoen por ser el hombre que intento competir con ellos en la venta de Armas de Guerra,…..esa es la mentalidad Yanqui eliminar a todo aquel que no piensa como ellos…..
Dentro de lo que estoy leyendo voy a seleccionar algunos artículos y los voy a transcribir desde los archivos de la Biblioteca Nacionalon line; obviamente comenzare con algunos Renguinos destacados; el orden cronológico no va a ser lo importante sino que su obra.-
“Compositor, educador, investigador y artista plástico”
Carlos Isamitt Alarcón (1887-1974)
Carlos Isamitt Alarcón mereció el Premio Nacional de Artes Musicales no solo por sus trascendentes aportes a la composición o la investigación sobre música aborigen y folclor mestizo, sino también por su rol destacado en la renovación de la educación musical en Chile.
“La experiencia me ha enseñado que no podemos ni dar ni recibir felicidad, pero podemos crearla. Creo firmemente en la felicidad de crear nuestra propia vida”.
(«Carlos Isamitt, el hombre, el artista y el investigador». Revista Musical Chilena, número 97, julio-septiembre, 1966, p. 12)
Nacido en el seno de una familia rural, Carlos Isamitt Alarcón destacó desde su infancia en Rengo por la dedicación a la lectura, la multiplicidad de sus intereses y la atracción que tempranamente ejercieron las artes sobre él. Estas inquietudes lo impulsaron a decidirse por seguir una carrera como pedagogo, ingresando a la Escuela Normal José Abelardo Núñez en Santiago.
Luego de licenciarse como docente primario, prosiguió con su formación artística bajo la tutela de los maestros Julio Fossa Calderón, Pedro Lira y Fernando Álvarez Sotomayor. Al alero de sus enseñanzas, Isamitt fue forjando un estilo que lo llevó a destacar como uno de los pintores que constituyeron la Generación del Trece.
Tras regresar de París, ciudad a la que viajó comisionado por el Gobierno a la Exposición Universal de 1925, fue nombrado en 1927 Director General de Educación Artística, cargo en virtud del cual pasó a dirigir el Museo de Bellas Artes, la Escuela de Bellas Artes y el Conservatorio de Música. Su experiencia artística y docente lo convenció de la necesidad de renovar la enseñanza de las artes plásticas en Chile, causa con la que se comprometió activamente, convirtiéndose en uno de los artífices de la fundación de la Escuela de Artes Aplicadas y dando a conocer sus reflexiones en numerosas publicaciones especializadas.
En forma paralela a su labor docente y a la actividad pictórica, Isamitt retomó los estudios musicales que había emprendido en la infancia, incorporándose como alumno al Conservatorio Nacional de Música, bajo la tutoría de Domingo Brescia. Señeras figuras de la composición nacional como Pedro Humberto Allende y Alfonso LengHaygus lo instaron a perseverar en el campo de la creación musical, donde hasta hoy se le reconoce como uno de los principales compositores nacionalistas chilenos. Sus propuestas se caracterizan por ser particularmente eclécticas en lo estilístico y novedosas en lo temático, pues hizo de la cultura de los pueblos originarios y del folclor chileno su principal fuente de inspiración.
En efecto, uno de los más valiosos aportes de Carlos Isamitt a la cultura nacional proviene de su veta de investigador de la música aborigen y del folclor mestizo. No solo se encargó de recopilar un copioso corpus etnográfico, tanto de orden musicológico como iconográfico, sino que además se empeñó en difundir estos conocimientos, incorporarlos a los currículos escolares e insertarlos dentro de la cultura oficial. Sus estudios sobre las tradiciones, repertorios e instrumentos musicales del pueblo mapuche figuran entre los más completos que se hayan realizado y su propia obra creativa se impregnó de estos referentes, hasta el punto de convertirlo en el máximo exponente de la corriente conocida como «indianismo musical» (Claro, Samuel. Historia de la música en Chile. Santiago: Orbe, 1973, p.151).
Carlos Isamitt ejerció importantes cargos en instituciones estatales, de educación y artísticas. En su carrera como docente y reformador de la educación musical chilena, desarrolló nuevas técnicas pedagógicas para los programas oficiales e incorporó elementos de la cultura local excluidos del repertorio temático tradicional. Formó parte, además, del núcleo fundador de la Asociación Nacional de Compositores (ANC), junto a los ya mencionados Allende y Leng, Domingo Santa Cruz, Próspero Bisquertt y Samuel Negrete, entre otros. Su aporte a la vida cultural chilena se ve reflejado en el respeto de un amplio conglomerado de artistas nacionales -entre ellos Margot Loyola, quien fue su discípula-, reconocimiento que se materializó en 1965, cuando recibió el Premio Nacional de Artes Musicales.