El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Carlo Emilio
Rubio Pizarro a la pena de 6 años de presidio efectivo, en calidad de autor
del delito tentado de robo con fuerza en lugar no habitado. Ilícito
perpetrado en junio de 2017, en la comuna de Rengo.
En fallo unánime (causa rol 31-2019), el tribunal -integrado por las
magistradas María Esperanza Franichevic (presidenta), Paola González López y
Fadua Salas Eljatib (redactora)- aplicó, además, a Rubio Pizarro las
accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos
políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos
durante el tiempo de la condena.
En la causa, el tribunal condenó también a Rubio Pizarro a la pena de 51
días de presidio, y a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público
durante el tiempo de la condena, en calidad de autor del delito consumado de
robo con fuerza en lugar destinado a la habitación. Ilícito cometido en
noviembre de 2017, en la comuna de Rengo.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda
a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella
genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que
aproximadamente a las 2.30 horas de la madrugada del 22 de junio de 2017,
Rubio Pizarro concurrió hasta un local comercial de la comuna de Rengo,
«donde procedió a escalar el cierre perimetral del inmueble para luego
forzar una de las ventanas por donde ingresó hasta el interior de éste y,
desde allí, sustrajo -con ánimo de lucro y sin la autorización de su dueño
de iniciales P.E.F.A.- una cantidad indeterminada de monedas y varias
especies comestibles para posteriormente darse a la fuga al percatarse que
la víctima se había dado cuenta que estaba allí».
En tanto, alrededor de las 19 horas del 13 de noviembre de 2017, el
sentenciado «concurrió hasta un domicilio particular ubicado en Rengo, el
cual sirve de morada de la familia de la víctima de iniciales J.L.O.R.,
donde escaló el cierre perimetral del domicilio para luego forzar el
ventanal de la cocina para ingresar a su interior y desde allí sustraer -con
ánimo de lucro y sin la voluntad de su dueño- un notebook marca Samsung
color negro, un hervidor de agua eléctrico marca Tomas de color negro, una
tablet marca Olidata, dos cilindros de gas de la empresa Lipigas y la suma
de $100.000 (cien mil pesos) en dinero efectivo, especies con las con las
cuales huyó del lugar».