«Hoy lamentablemente se ha cruzado un límite por parte de la DC y creo que es sin retorno», fueron las palabras del diputado por la región de O’Higgins, Raúl Soto, tras la aprobación del proyecto de modernización tributaria, que contó con votos de la bancada DC.  

 Soto se desmarcó del “supuesto acuerdo” de su bancada para aprobar la iniciativa, por considerar que su apoyo al proyecto y particularmente al “corazón de la reforma” presente en el punto de la reintegración, significa “arrodillarse frente a los más poderosos del país, a los más ricos y entregarles en bandeja de plata un perdonazo tributario por más de 800 millones de dólares anuales”.  

En la misma línea, aseguró que la reintegración “profundiza la desigualdad” y eso va en contra de lo que establecen las bases y los principios partidarios fijados en el congreso ideológico del año 2007, que  expresa claramente que lo que hay que hacer es cambiar el sistema tributario, para tener mayores impuestos progresivos, es decir, que los más ricos, paguen proporcionalmente más y contribuyan más al fisco para que esos dineros puedan ser distribuidos a través de distintos programas sociales”.  

El diputado, hizo un llamado a los senadores DC y a toda la oposición a la unidad, para que “logren revertir esta situación que la integración no termine siendo parte de esta nueva ley tributaria en el país”.  

Pese a valorar, la postura de algunos diputados que votaron en contra la reintegración, Soto concluyó que la aprobación de la reforma “ha superado un límite que no era éticamente, ni políticamente aceptable” . 

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