Es habitual que con el cambio de estación se fomenten ciertas patologías que afectan la salud mental de la población, conocido como “primavera gris”.

Con la llegada de la nueva temporada de primavera, la depresión y la conducta suicida aumentan considerablemente según los expertos. Los episodios depresivos son uno de los mayores problemas con los que los profesionales de la salud mental se enfrentan diariamente, siendo una de las de las principales causas de los intentos suicidas o suicidios consumados en la población.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de suicidio han aumentado en 60% en los últimos 45 años, constituyéndose en una de las tres primeras causas de muerte entre los 15 y 44 años y en la segunda causa entre los 10 y 29 años de edad.

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En este contexto, la psicóloga del Programa de Salud Mental del Hospital de Litueche, Francisca  Arredondo, explica que con el cambio de estación, muchas personas enfrentan problemas asociados a la salud mental “en esta época, con la llegada de la primavera, donde comienza el cambio de clima, los días están más cálidos, soleados y las personas comienzan a tener mayor actividad produciendo para la mayoría alegría, se ve como para otras se vuelve angustioso, presentándose una alza en los intentos suicidas en las personas, denominándose como primavera gris”.

La profesional destaca que el problema o el incremento de esta angustia, se debe a que las personas que están deprimidas, presentan variados síntomas asociados que aumentan en esta temporada. “Muchas personas con este tipo de patología ven como el resto de los sujetos presentan mayor felicidad o incremento en sus actividades, mientras que ellos no logran subir su ánimo o estado emocional, creando un efecto contrario en ellos, al no verse capaz de seguir el ritmo de los otros y, por ende, deprimiéndose aún más. Es decir, se produce una contradicción, una comparación subliminal e inconsciente, que hace que las personas se confundan y se empiecen a desesperar y no saber qué hacer.”

Debido a lo anterior, la profesional del área de la psicología enfatiza que “es necesario poner mayor atención a las señales que indican un empeoramiento en la sintomatología depresiva o el inicio de un nuevo cuadro en sus personas cercanas o familiares. Las señales emocionales pueden ser irritabilidad, estado de ánimo bajo, falta de energía, retraimiento de las actividades usuales, entre otras”.

Finalmente, Francisca Arredondo entrega algunos consejos con el fin de poder identificar este tipo de patología en algún amigo o pariente cercano, señalando que “es muy importante lograr identificar este tipo de cuadro, y hacer que la persona depresiva participe de algún modo a este cambio de estación, incorporándola a las actividades que se realizan, esto impide que el sujeto se aísle o ensimísmese, disminuyendo la diferencia perceptiva entre lo que pasa en su interior y lo que están viviendo los otros”.

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