El paciente oriundo de Valparaíso, fue hospitalizado con ventilación mecánica invasiva en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional LBO. Su familia agradeció la atención entregada por el personal de salud.
Fue trasladado de urgencia en helicóptero desde el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso al Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO) en Rancagua, en uno de los momentos más críticos de la pandemia en el país.
Durante la primera semana de abril, el centro de salud de la Quinta región “no contaba con camas críticas, nos informaron que no tenían la capacidad y que lo trasladarían en helicóptero a las 3.30 de la madrugada”, relató Víctor Farías, padre del paciente.
El joven de 26 años con síndrome de down, ingresó grave al HRLBO conectado a ventilación mecánica invasiva, “el médico que lo recibió nos dijo que Daniel estaba en extrema gravedad, nos explicó bien claro la situación del niño y de ahí solo rogamos y esperamos que evolucionara positivamente”, cuenta su madre, Magaly Morales.
Producto de la emergencia sanitaria asociada al COVID-19, el Hospital Regional LBO se mantiene con suspensión temporal de visitas, sin embargo, los médicos, a través de un plan de contactabilidad diaria, llamaron al familiar responsable para actualizar sobre la condición de salud del enfermo. “Era nuestro único soporte en el día. Yo y el papá vivíamos en función que en el teléfono sonara un número desconocido. Contestábamos y era el médico que nos llamaba todos los días para decirnos que nuestro hijo iba evolucionando lento pero favorablemente”, indicó Magaly.
Adicionalmente, el HRLBO dispuso de personal para verificar que las familias son contactadas por el personal médico. Elisabeth Moreno, jefa del Departamento de Participación y Satisfacción Usuaria, sostuvo que “definimos tres días a la semana para comunicarnos por teléfono con el familiar y corroborar que recibió todos los antecedentes del doctor”. Por su parte, la enfermera, Alejandra Valencia, agregó que “hay esposas, hijos, abuelitos, todos muy pendientes que se dé información. Con esto logramos que disminuya la angustia, los acompañamos y la idea es que ellos sepan que los enfermos no están solos en nuestro hospital”.
Tras casi dos semanas intubado en la UCI, los médicos estabilizaron al paciente e indicaron alta y reposo en el calor de su hogar. “Estamos muy emocionados. En el caso de Daniel que es síndrome de down y además tiene un trastorno autista, este tipo de atenciones humanizadas son muy necesarias. En un momento, los médicos me dijeron que necesitaban de mi apoyo en el periodo de extubación y yo viajé inmediatamente para estar junto a mi hijo, estoy muy agradecida”, afirmó Magaly.
“Fue muy importante para nosotros toda la información que nos dieron, siempre nos mantuvieron informados y sentimos que estaban preocupados, que no era solamente un paciente más en una camilla, sino una persona y la gente que está detrás también somos personas y estábamos sufriendo”, finalizó Juan Farías, el papá del joven que logró ganar la batalla al coronavirus para regresar con la familia a su natal Valparaíso.