Se trata de una técnica milenaria que con sólo dos litros de agua se logra regar hasta cuatro hortalizas durante dos semanas. Se trata de fuentes enterradas en la tierra que permean su contenido hacia las raíces.
El uso de vasijas de greda como sistema de riego es una tecnología milenaria que viene desde los tiempos de Mesopotamia y África, hace 4 mil años A.C, pero no por eso una innovación sustentable para estos tiempos. Es una alternativa ecológica, sencilla y económica para enfrentar la sequía y hacer un uso sustentable del recurso hídrico.
Esta técnica fue transferida a estudiantes de quinto básico del colegio José Manuel Balmaceda de Rancagua y a alumnos de enseñanza media del colegio agrícola San Vicente de Paul, en Coltauco. El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) viene trabajando desde hace un tiempo con este sistema, incluyendo en las experiencias a entidades públicas, privada y establecimientos educacionales.
“Esta tecnología es de bajo costo, se puede producir a nivel local y puede servir para huertas en casas, departamentos, y funciona enterrando la vasija en la tierra y la porosidad de la greda permite que la vasija sude, humedeciendo el suelo cercano, regando las plantas a su alrededor”, explicó el representante del IICA en Chile, Hernán Chiriboga.
El uso de vasijas es una iniciativa que se busca impulsar en la región de O’Higgins como un motor sostenible en el uso del agua, como también ser un referente a nivel país a la hora de producir hortalizas. Es por eso que junto al programa de Corfo O’Higgins, el IICA ha ido buscando alternativas donde implementar ensayos del riego por vasijas.
Al respecto, el director de Corfo O’Higgins, Emiliano Orueta indicó que “este sistema de riego tiene más de 4.000 años de uso y se usaba en Mesopotamia y África, la porosidad hace que las raíces tomen el agua que necesitan, también funcionan filtrando aguas grises y se están haciendo estudios para ver su uso con agua salada”, siendo esto “una necesidad que nos complementa e invita a estudiar alternativas para reutilizar aguas para uso agrícola”.
Horticrece de Corfo y el IICA llevan trabajando 4 años en temáticas relacionadas a la producción limpia, buenas prácticas, normativa y certificación orgánica, y un fuerte componente de capacitación técnica, en esta ocasión junto a niños de educación básica, pero también han desarrollado encuentros con estudiantes para ir formando los liderazgos que requiere la agricultura sustentable y de oportunidades.
“Es muy motivante poder compartir y conversar con los niños en esta etapa sobre la importancia de la comida saludable, de las hortalizas y del cuidado del agua. El consumo de hortalizas en Chile está por bajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y a través de estas prácticas, como el riego con vasijas de barro, estamos incentivando el consumo de ellas y promoviendo esto a temprana edad, que es muy importante”, manifestó el gerente de HortiCrece, Álvaro Alegría.
Esta técnica fue desarrollada con éxito en Brasil y Paraguay, y comenzó con un proyecto piloto en Chile a través de la confección de 2 mil recipientes de 2 litros, encargados a artesanos de Pomaire, cuyo costo asciende a los 2.500 pesos cada uno.
Ya en marzo se realizó una primera donación a pequeños agricultores de las comunas de Litueche y La Estrella, en la Región de O’Higgins.
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