En marzo de este año, el dueño de una empresa que se dedica a arrendar casas rodantes se acercó a la PDI de Rancagua, para denunciar el robo de dos vehículos desde su local ubicado en la comuna de Requínoa.
Habían pasado seis meses sin tener noticias sobre el paradero de las casas rodantes, hasta que la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) Mostazal pudo recabar antecedentes que situaban el paradero de una de ellas en un domicilio de la comuna de Maipú.
Debido a lo anterior, los detectives de la BIRO Mostazal se trasladaron hasta el inmueble, donde el residente de la propiedad reconoció tener la casa rodante en su poder, quien además habría indicado haberla comprado a un tercero.
Lo anterior fue informado al fiscal de turno de la Macrozona O’Higgins, quien instruyó que el hombre que tenía la casa rodante fuera apercibido en los términos del artículo 26° del Código Procesal Penal, a la espera de citación, en calidad de imputado por el delito de receptación, al mismo tiempo que instruyó la devolución de la especie avaluada en 20 millones de pesos a su propietario