Se comunica el sensible fallecimiento de quién fuese Miembro Honorario del Cuerpo de Bomberos de Rengo, Bombero Insigne de Bomberos de Chile y primera antigüedad del Cuerpo de Bomberos, don RAMÓN DEL CARMEN PEREZ SANTANDER, que en paz descanse.
Desde ya, el Honorable Directorio General acompaña en su dolor a la familia y a la Primera Compañía.
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Parte de su vida fue publicada en el medio de comunicación,  RCB TV Online, el 4 de julio del 2024:
Ramón Pérez Santander, el más colocolino de todos!
Por Gerardo Silva Díaz
Nació en Santiago el 23/02/1930 (aunque siempre dijo que fue el 23/03/1930), hijo de Ramón Pérez Llames (comerciante español) y Raquel Santander Achurra. Siendo muy chico (aproximadamente 5 años), junto a su padre, madre y hermana Raquel, viajaron a España, específicamente a Colunga, en la región de Asturias, lugar de origen de su familia paterna. Estando allá, su padre falleció, y quedaron viviendo con su madre en dicha región de España. Al poco tiempo se desató la Guerra Civil en España, lo cual los obligó a desplazarse hacia Francia para, como tantos descendientes de españoles, conseguir ser repatriados en barco hacia Chile. Tuvieron que soportar junto a su madre y hermana todos los horrores de esa guerra.
Una vez en Chile, se establecieron en Melipilla, para después trasladarse a Rengo, donde también se habían establecido algunos de sus familiares (José, Manuel y Luciano Caravia Pérez).
Ya más grande, estudió en la Escuela Normal de Santiago, donde se tituló de Profesor Normalista. Ahí se relacionó con muchos compañeros futbolistas como José Santos Arias, Gracián Miño, Bernardo Bello, y otros, todos futbolistas profesionales y luego grandes técnicos de nuestro fútbol. Luego regresó a Rengo para ejercer, hizo clases durante un corto tiempo (en Lo de Lobos y en la Escuela N° 1). Posteriormente, se puso a trabajar en los negocios de sus familiares (Almacén y Mercería Caravia).
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Se casó con Dora Ruiz Cartagena (de la Panadería La Espiga de Oro, de calle Prat), con quien tuvo 4 hijos: Yoya, Moncho, Jaime y Pilar. Tiene 11 nietos y un montón de bisnietos.
Jugó fútbol en Rengo, dicen que fue un volante bastante técnico, pero una lesión en su rodilla lo hizo dejar la actividad deportiva muy joven. Siempre siguió ligado al fútbol a través de su querido Atlético Caupolicán, donde participó siendo por mucho tiempo su presidente. También fue entrenador de una Selección de Fútbol de ASOFUR Rengo; muchos cracks de la época lo recuerdan con cariño. Don Ramón, en otras facetas de su vida, fue presidente de la Cámara de Comercio, Director de la Primera Compañía de Bomberos y actualmente es Bombero Insigne. Fue siempre muy activo, participó en innumerables actividades sociales. Con la creación del Sistema de AFP, fue jefe de la oficina en Rengo de PROVIDA, para luego ser alcalde de la Ilustre Municipalidad de Malloa durante dos periodos.
Entre otras cosas, también participó durante muchos años en el Club AUCAS de Rengo, en el Comité de Agua Potable Rural de Portezuelo Pelequén. Estuvo a cargo del Club Atlético Caupolicán cuando este llegó a la Tercera División en 1981.
Colocolino hasta los huesos, si hablabas de fútbol con Don Ramón tenías que partir diciendo “qué buen partido hizo Colo-Colo, Don Ramón”, de ahí en adelante la conversación se ponía entretenida. Siempre se las arregló para llevar a muchos renguinos a los partidos del Cacique en Santiago, no sin antes asegurarse de que fueran seguidores de los albos.
Hoy, con 94 años, está en su casa en Portezuelo Pelequén, comuna de Malloa, delicado de salud pero bien cuidado por sus hijos. Mis experiencias personales con el querido Ramón Pérez Santander se inician en 1980, cuando compartí con su hijo Ramón Pérez Ruiz, camarín en la selección juvenil de ASOFUR Rengo. El Moncho Pérez estaba jugando en el fútbol joven de Colo-Colo; Don Ramón lo acompañaba siempre a los entrenamientos y a cada uno de los partidos. Sin embargo, lo convencieron de que trajera a su hijo a jugar por la “oro y cielo” dirigida por Sergio Vázquez Reyes, “el chico Vázquez”. Como era de esperar, su pasión por el fútbol hacía que estuviese muy presente apoyando a nuestro equipo. En esos tiempos, el lateral izquierdo de Colo-Colo era Alfonso Neculñir, y como yo era el lateral izquierdo de la selección juvenil de Rengo, me apodó “el Necu”. Así me llamaba siempre.
En 1981, me llevó al Atlético Caupolicán para incorporarme junto a varios compañeros de esta selección al equipo que iba a participar en la Tercera División recién creada por la ANFA. Bueno, como todos saben, los que jugaban bien siguieron, y yo preferí hacer el curso de entrenador. Pasaron los años, empecé a dirigir y él siempre se mostraba muy atento a mis resultados, hasta que después de una década, en 1992, él era dirigente de Deportes Rengo, el mismo Deportes Rengo de ahora, que tomó el relevo en Tercera División del Atlético Caupolicán. Ese año, era presidente Don Eliezer Cabrera y Don Ramón Pérez estaba en la comisión de fútbol. No obstante, para el año 93 fue el presidente de la institución y realizamos una tremenda campaña, terminando terceros en la zona sur. En la época, cuando la Tercera División llevaba directamente un equipo a la Primera División B del fútbol chileno, solo para recordar, los rivales eran Ñublense de Chillán, Curicó Unido, la Universidad de Concepción, Frutilinares, Deportes Laja, Naval de Talcahuano, Arturo Fernández Vial, Malleco Unido, entre otros.
Don Ramón era un hombre apasionado, buen amigo, tremendamente ganador. No por nada realizó con pasión y cariño todo lo que acá señalo: un hombre bueno, correcto, disciplinado y exigente.
Los días lunes, después de cada partido, la reunión y análisis se hacía en la oficina de Julio Pardo Muñoz (QEPD). Entre los tres, con mucha objetividad, desmenuzábamos el partido que habíamos jugado y empezábamos a preparar la logística para el siguiente. En fin, lindos y gratos recuerdos. Por mucho tiempo anduve detrás de esta historia, agradezco a su hijo del mismo nombre, mi amigo Moncho Pérez, por ayudarme a escribir y compartir su semblanza. Las nuevas generaciones tienen derecho a saber que mi querido Ramón Pérez Santander tiene un lugar entre los históricos deportistas de mi pueblo.
Gracias por su legado.
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