El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a José Andrés
Bastías Pacheco a la pena de 5 años y un día de presidio efectivo, en
calidad de autor del delito frustrado de robo con intimidación. Ilícito
perpetrado en junio del año pasado, en la comuna de Pichidegua.
En fallo unánime (causa rol 453-2018), el tribunal -integrado por los
magistrados Paulina Chaparro Bossy (presidenta), María Esperanza
Franichevic´ y Patricio Acevedo Silva (redactor)- aplicó, además, a Bastías
Pacheco las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para
cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de las
costas del proceso.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma
de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e
inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
En la causa, el tribunal estableció que concurre la agravante de
reincidencia específica (artículo 12 Nº 16 del Código Penal) y la atenuante
de colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos, por lo que: «En
consecuencia, y de conformidad al artículo 450 del Código Penal, se impondrá
al delito frustrado de robo con intimidación la pena establecida en el
artículo 436. Luego, por aplicación de las reglas generales sobre atenuantes
y agravantes de los artículos 65 a 69 del mismo Código se compensarán
racionalmente la atenuante y agravante reconocidas. Finalmente, sin haber
una mayor extensión del mal causado que ponderar, se reguló la sanción en el
mínimo del grado, como se indica en la parte resolutiva», razona el fallo.
Los hechos
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que
alrededor de las 14.20 horas del 3 de junio de 2018, «José Bastías Pacheco
concurrió a la botillería Oasis ubicada en Av. Independencia N° 700 comuna
de Pichidegua, e intimidó a la dependiente D.N.D.U., para lo cual levantó la
tapa del mesón del mostrador, ingresó hasta el interior y, usando un arma
blanca le señaló ‘esto es un asalto’. En ese momento llegó el dueño del
local, quien tomó por la espalda al acusado y lo expulsó del lugar, quien
luego huyó».