«El gobierno ha implementado malas políticas económicas y laborales y ha sido sordo a las demandas sociales generando incertidumbre».
El último reporte de la Dirección del Trabajo sobre despidos asociados a los efectos del estallido social, se registraron 65.577 desvinculaciones en estos primeros 20 días de diciembre mediante el artículo 161, inciso N°1 del Código del Trabajo correspondientes a “Necesidades de la empresa”, situación que para el diputado independiente por PPD, Raúl Soto es totalmente preocupante y necesita de un trabajo más allá de la reactivación económica para “recomponer confianzas».
Cabe señalar que desde el inicio del estallido social a la fecha son 140.371 los despidos por “necesidades de la empresa”, lo que representa un 27,8% del total de las desvinculaciones, que a juicio de Soto es una “consecuencia de las malas políticas laborales y económicas del Ejecutivo”.
Soto, explicó que “este es el momento de avanzar un pasó más allá, de hacer cambios significativos en un sistema que nos trajo hasta esta crisis social. No sirve de nada tener una agenda de reactivación económica cuando la mayor parte de los despidos registrados hoy en día son en el sector de la construcción. Cómo se van a generar nuevos proyectos cuando el país sigue en incertidumbre con muchas de sus demandas y el Gobierno hace oídos sordos ante eso”.
“Solo en estas semanas que llevamos de diciembre, se han superado la cantidad de despidos por necesidades de la empresa de todo el mes de noviembre y eso no hace más que preocuparnos y ponernos alerta ante los resultados que vamos a ver la próxima semana antes de que se acabe el año en el ámbito laboral”.
El diputado por la región de O’Higgins, se refirió, además, a los dichos de la ministra del Trabajo, quien aseguró que “veníamos con una economía que estaba sana. Antes del 18 de octubre nadie se iba a imaginar encontrarse con algo de esta naturaleza” y explicó que esta situación “sí se veía venir, cuando antes del estallido, las cifras de desempleo estaban por las nubes y la economía estaba estancada. Ya hablábamos de la desaceleración económica incluso antes del estallido social, por lo tanto, no se trata de un efecto exclusivamente de esta crisis, sino que se debe también a las malas políticas económicas y laborales de este gobierno”.