Según especialista del Hospital Regional, lo desconocido asociado a esta emergencia sanitaria, genera problemas en el sueño, fatiga, cansancio, entre otros síntomas de estrés emocional.
Nadie estaba preparado para enfrentar una pandemia del coronavirus COVID-19, ni científicos, ni gobiernos. Por ello no es de extrañar que los habitantes de la Región de O´Higgins tampoco lo estuvieran. Y a pesar de que las cifras de contagios son más bajas que en otros lados del mundo, la tensión de vivir algo nuevo tiende a provocar desórdenes mentales.
De acuerdo a lo indiciado por la jefa del Servicio de Salud Mental y Psiquiatría del Hospital Regional del Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO), Dra. María José González, la situación mundial actual afecta a toda la población “y no hay nadie que esté libre”. “El hecho de no haber vivido antes algo como lo que está ocurriendo, hace que todos estemos viviendo una incertidumbre que desencadena en niveles de estrés”, agregó la especialista.
Según la psiquiatra, esto trae consecuencias para las personas. “Podemos tener varias manifestaciones. Desde el punto de vista físico, como problemas en el sueño, fatiga, cansancio, temblores de cuerpo, mareos, molestias digestivas, sudoración, parestesia (falta de sensibilidad)”, y “desde el punto de vista la conducta de las personas, se puede estar más hiperactivos, con ansiedad para comer, llorar, aislarse, tener miedo, dificultades para desconectarnos del tema, e incluso gente que se disocia y no siente nada”, indicó la doctora González.
El hecho de establecer distanciamiento social preventivo no solo afecta a las personas que están encerradas en sus casas, también provoca problemas en los que continúan trabajando normalmente. “En el ámbito cognitivo, para las personas que están activas en el ámbito laboral o educacional, se pueden dar desconcentraciones, reiteración de ideas, también se afecta la memoria, se suele estar confundidos, con pensamientos centrados en la situación mundial”, agregó la especialista.
Por todo esto, es muy importante que la comunidad entienda que la situación actual es compleja, desconocida, y por lo tanto es importante seguir algunas recomendaciones.
“Respetar rutinas y horarios, hidratarnos y comer bien, planificar el trabajo, darse tiempo para desconectarse, hacer ejercicios y juegos de familia. Además, se aconseja cuidar las redes de apoyo, estar en contacto remoto (telecomunicaciones) con los seres queridos, compartir y manejar información constructiva. Evitar compartir noticias que pueden ser falsas, ya que las redes sociales nos pueden ayudar para comunicarnos entre los seres queridos pero también pueden entregarnos informaciones erróneas”, concluyó la jefa del Servicio de Salud Mental y Psiquiatría del HRLBO.