Axel Lillo subió los 1.800 escalones del Costanera Center, con su equipo de rescate a cuestas, para “decirle sí a la vida”, como él señala.
Subir a pie los 40 pisos del edificio más alto de Sudamérica es una tarea difícil. Si a eso agregamos cargar un equipo de rescate de cerca de 30 kilos, la tarea se vuelve titánica. Sin embargo, más de mil bomberos asumieron el reto, entre ellos, Axel Lillo.
El joven de 22 años aceptó la invitación de “Héroes de Corazón”, junto a nueve compañeros de la primera y segunda compañía de Bomberos de Rengo. La iniciativa busca motivar la donación de órganos: escalar 1.800 peldaños, por las 1.800 personas que están en lista de espera por un trasplante.
“Primero que nada es una meta personal. Lo que más me motivaba era decirle sí a la vida, pensar que uno se la puede. Además, si los bomberos salvamos vidas, también hay que promover algo que pueda dar más vida, como la donación de órganos”, relata Axel.
El también estudiante de Técnico en Enfermería en Santo Tomás Rancagua señala que su vocación va por ese camino: “Estudio una carrera de salud, yo quiero promover más vida, más gente sana y que con cosas simples se puede llevar una mejor vida. Yo soy donante de órganos porque quiero que estos sirvan para otra persona aunque yo parta”.
Axel se preparó durante tres meses para este desafío, según su experiencia con “cosas tan simples como comer sano, tener mejores hábitos y eliminar factores de riesgo”. Reconoce que a mitad de camino casi no sentía los pies, pero logró llegar a la meta en 25 minutos con 27 segundos: “Mi meta era hacer menos de media hora. Ojalá el próximo año sean 20 minutos o menos. No es por competir con otras personas, es ponerse una meta personal”.