Ante la crisis sanitaria por el COVID-19 que está viviendo el mundo entero y que está afectando a millones de personas, la Unidad Pastoral de Rancagua (UPAR) manifestó que desde el inicio de la emergencia han adoptado una serie de medidas recomendadas por las instituciones de salud para prevenir la propagación del virus y otras para colaborar en esta emergencia.
“Lo primero que hicimos fue suspender todas las reuniones presenciales de los miembros de la UPAR, sin embargo, éstas las hemos estado realizando por diferentes plataformas de streaming”, manifestó el presidente de la Unión Pastoral de Rancagua, Pr. Carlos Rebolledo. “También hemos hecho y reiterado de manera constante el llamado a todas las iglesias a suspender sus cultos y reuniones como acto de amor al prójimo”, agregó.
Además, manifestó que se solicitó vía telefónica a la Fundación Espíritu y Palabra que pusieran a disposición de la autoridad la Catedral Evangélica, para que pueda ser usada en lo que se estime conveniente para enfrentar esta pandemia. “Ellos aceptaron esta solicitud, por lo que la autoridad puede contar con este espacio” de la misma forma se puso a disposición del Señor Intendente el edificio para ser utilizado como estimen conveniente.
Por último, el Pr. Rebolledo, hizo un llamado para utilizar este tiempo para “reencontrarse como familia y fortalecer los lazos en el núcleo familiar. Así como también a mostrar el amor al prójimo al tener la disposición de ayudar y atender en las necesidades de los Adultos Mayores que participan de cada congregación o que son vecinos de barrio, ya que ésta es la mejor manera de poner en práctica el amor y el servicio, siempre que se tomen los debidos resguardos sanitarios”.