- Un reciente estudio del Sernac detectó importantes diferencias en el valor de los medicamentos, que pueden alcanzar los $44.700 entre un medicamento referente y un bioequivalente genérico.
- Los laboratorios que forman parte de la Asociación de Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) producen los medicamentos genéricos más económicos de Latinoamérica.
Con el objetivo de transparentar el comportamiento del mercado de los medicamentos durante la pandemia, el Sernac lanzó un cotizador de precios de medicamentos y realizó un estudio sobre precios de remedios originales, bioequivalentes de marca y bioequivalentes genéricos. Los resultados evidenciaron diferencias de cerca de $45 mil en algunos casos, donde las mayores alzas fueron entre los medicamentos originales versus los bioequivalentes genéricos.
Asilfa destacó que es importante que las farmacias entreguen toda la información a los consumidores respecto de los medicamentos que disponen, ya que los precios de los bioequivalentes genéricos en Chile son los más accesibles de la región. “Más del 80% de las unidades utilizadas en Chile corresponden a medicamentos genéricos y genéricos de marca, muchos de los cuales se elaboran en Chile, y que por cierto son los más baratos de Latinoamérica. Es un hecho que estos medicamentos han sido un aporte al ampliar la cobertura y a una fracción del valor de inicial de los productos equivalentes, gracias a la fuerte competencia del sector”, sostiene Elmer Torres, vicepresidente de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, Asilfa.
Según el último estudio de IQVIA, dentro del mercado latinoamericano, los medicamentos genéricos elaborados en Chile son los más económicos con un valor promedio de 1,1 dólar versus el promedio de USD4,4 del resto de los países de la región.
Tipos de medicamentos
La industria ofrece diferentes alternativas de medicamentos, pero ¿cuáles son sus diferencias?
Desde Asilfa explican que los medicamentos innovadores u originales son aquellos que tienen patentes por 15 o 20 años, y que son producto de una investigación realizada por laboratorios, que a través de un estudio científico y clínico concluye que una molécula o principio activo sirve para tratar una determinada patología.
Los medicamentos genéricos o genéricos de marca, por otra parte, son aquellos que -una vez terminada la patente de un innovador- generan el mismo producto con el mismo principio activo.
Finalmente, los bioequivalentes son fármacos que contienen el mismo compuesto terapéutico –comprobado- que la versión de la marca original, pero se elabora en un laboratorio alternativo y fuera del periodo de exclusividad que exige la patente del medicamento referente por un tiempo. “Cuando este medicamento y los demás se convierten en opciones seguras, se produce lo que llamamos una intercambiabilidad eficaz para la salud de los pacientes”, explica el ejecutivo de Asilfa.
Respecto a qué certifica que un medicamento sea o no intercambiable con otro, Torres añade que “además de ser bioequivalente, y tan importante como ello, el producto debe cumplir con los estándares de las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS); que sea elaborado con procesos de fabricación validados y sometido a controles de calidad -desde las materias primas al producto terminado- con métodos analíticos también validados, lo que garantiza que el producto cumplirá de lote a lote con sus especificaciones de calidad y efecto terapéutico”.