La pandemia ha restado importancia a enfermedades que nos acompañan desde hace tiempo, como la tuberculosis, que ha visto afectada su pesquisa a nivel nacional e internacional, incidiendo en el diagnóstico y posterior tratamiento.
Alineándose con el objetivo que persigue el programa nacional de control y eliminación de la tuberculosis de Minsal, que busca reducir significativamente a este problema de salud pública, es que conmemorando un nuevo día mundial contra la enfermedad, el Hospital Regional del Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), pone especial énfasis en el diagnóstico oportuno, para así hacer frente a esta “también emergencia sanitaria”, como sostiene la propia OMS, que además manifiesta, “es una de las diez principales causas de muerte en el mundo”.
En ese contexto, el Dr. Carlos Rivas, médico broncopulmonar del Hospital Regional de Rancagua, advierte que, “la llegada del Covid-19 y su desarrollo han afectado el avance que nos hemos propuesto en torno a erradicar definitivamente la tuberculosis y hoy estamos lejos de lograr que esta patología infecciosa cese, por la prevalencia del coronavirus”, agregando que, “la pandemia actual ha implicado que esta endemia disminuya su pesquisa y por lo tanto su diagnóstico, con un consecuente tratamiento tardío que no ayuda a frenar los contagios, aunque seguimos trabajando de la mano de las estrategias de la OMS para poder erradicarla”.
A lo anterior, Francisca Moraga, enfermera del Policlínico Broncopulmonar del HRLBO, añade, “con el covid-19, se han ido escondiendo los casos de tuberculosis en el silencio, lo que hemos observado en los exámenes, por ejemplo, con la baja en los PCR y las baciloscopías que ayudan a determinar la infección. Sin embargo, es importante decir que tanto los exámenes como el tratamiento son gratuitos, al margen de la previsión que se tenga, lo que facilita diagnosticar precozmente, en función de evitar los contagios y las consecuencias de la patología”.
Sobre cómo se genera el contagio de persona a persona, ambos funcionarios del hospital concluyen que los patógenos responsables de la infección se movilizan a través de las gotas respiratorias, secreciones y estornudos, siendo de alta contagiosidad. No obstante, subliman el rol de la vacuna en torno a la enfermedad. Al respecto, Rivas sostiene “la vacuna BCG o bacilo de Calmette-Guérin, contra la tuberculosis en Chile, protege de las formas más graves, como la meningitis, entre otras complicaciones, lo que es importante de resaltar, ya que su obligatoriedad ha beneficiado a casi el 100% de la población, aunque no evite su contagio”.
Moraga en tanto, aborda los factores de riesgo señalando que, “se observa exposición en personas con afecciones como los que cursan enfermedades crónicas, tienen una edad más avanzada, son inmunodeprimidos, han sido trasplantados o han abusado de sustancias nocivas”, finalizando que, “el diagnóstico temprano es imprescindible para lograr la erradicación en los plazos trazados. Si la persona presenta tos con expectoración por más de dos semanas, junto a una pérdida de peso notable, sudoración nocturna y fatiga, debe acudir hasta nuestro hospital y someterse a exámenes para confirmar o descartar la infección, solo así podremos poner fin a la tuberculosis, que es el slogan que conmemora este 2022”.